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Hoy he tenido información sobre un reporte de la inoculación de AstraZeneca, que la agencia inglesa de evaluación de medicamentos y salud, la MHRA tenía incluso antes de autorizar este producto a finales de 2020, y que fue obtenido a través de una solicitud de acceso a la información. Resulta que la MHRA (y, apostaría un café a qué las agencias reguladoras de otros países también) sabían, a través de este reporte, que el ADN modificado de su ‘vacuna’ (el genoma Frankenstein del adenovirus que contiene la información para la proteína Spike) se podía encontrar en la médula ósea, el bazo, el hígado y los pulmones de los ratones que fueron inoculados durante las fases preclínicas. Es decir, que con el producto de AstraZeneca ocurrió lo mismo que con lo que ya se había visto, años atrás, con otros productos basados en vector adenoviral, y sobre la que he presentado evidencia en la charla que ofrecí hace poco con la Dra. Jezabel Rosales (https://odysee.com/@akashacomunidad:0/AC20221207:0). (Continúa en https://t.me/akashacomunidad/2359)

También sabía el MHRA que las inoculaciones de AstraZeneca se asociaban con la ocurrencia de patologías del sistema nervioso con origen autoinmune. Lo sabían. Y lo ignoraron mientras declamaban que ‘eran seguras’. Pueden ver el reporte, de 166 páginas en: https://icandecide.org/wp-content/uploads/2022/11/2022-10-24-IR0751D_Production_MHRA_000001-000166-166-pages.pdf, y pueden ver la respuesta a la primera solicitud en: https://icandecide.org/wp-content/uploads/2022/12/FOI-22-674-reply.pdf.

No es que me sorprenda esta información de la distribución del ADN adenoviral en el cuerpo de los inoculados, porque tanto en los sistemas de registro de eventos adversos de países que los reportan y que están usando esta marca de producto, se han acumulando las evidencias de eventos adversos serios a una tasa sin precedentes. También se han publicado casos clínicos de eventos adversos post inoculación con AstraZeneca (y a estas alturas, dada la censura, cada uno de esos reportes clínicos publicados es como un milagro). No, no me sorprende, pero sí me enoja, y sí me entristece, y sí me lleva a pensar que hay una parte de la humanidad, esa que muchas veces tiene poder sobre otros, que es oscura y ajena a lo mejor del ser humano.

Así que, regresando a la pregunta original, no, definitivamente no considero que la evidencia señale como las únicas inseguras a las inoculaciones de Pfizer. Para nada. Todas, sin importar la marca o plataforma, fueron hechas de forma apresurada, ignorando las premisas centrales de la medicina y de las ciencias farmacológicas. Y si a esto agregamos el hecho de que dos de las plataformas se tratan de terapias génicas que carecen de información clave sobre el impacto genotóxico, mutagénico, oncogénico, inmunosupresor y sus efectos sistémicos a mediano y largo plazo, pues… Es ahí donde esperaría que quienes han estado leyendo el material aquí compartido tengan el discernimiento para, ustedes mismos, llegar a sus propias conclusiones de lo que implica el uso de esta tecnología, sea contra COVID, ya sea contra el mismísimo Kraken (¿ya vieron que en Israel así le nombraron a una variante?… sin comentarios) o contra el mismísimo Thanos. Da igual. Son inseguras, y están ocasionando mucho dolor, mucha enfermedad, mucha muerte.

Espero que lo que logre predominar, a la larga, de nuestra humanidad sean las partes que se componen de bondad, de verdad, de sentido común, de compasión. Que logre esta parte de la humanidad una masa crítica, y que la logre pronto. Esto otro que se observa y que algunos empujan a que ocurra, no tiene por qué ser nuestro destino.

En verdad lo espero y deseo. Y también espero que esta información que comparto les sea de utilidad.

Karina AW

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